ROMA.- El Movimiento 5 Estrellas de Italia, que en su día fue el prototipo de los partidos populistas y antisistema de toda Europa, se encuentra en una encrucijada: ¿debe adoptar plenamente la corriente política dominante o volver a ser una agrupación externa al sistema?
El destino de la formación, que ha experimentado un descenso de apoyos en las encuestas de intención de voto, podría dar forma a la política italiana en los próximos años en función de cómo evolucione el frente de batalla que se ha originado en el partido.
Cuando el 2 de febrero el jefe de Estado pidió al ex presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que intentara formar gobierno y poner así fin al estancamiento político de Italia, la dirección del 5 Estrellas descartó inmediatamente dar su apoyo. Sin embargo su fundador, Beppe Grillo, ex comediante de 72 años, tenía otros planes. Cuatro días más tarde, se apresuró a salir de su casa en Génova para asistir a una reunión de crisis en Roma con una treintena de los principales parlamentarios del 5 Estrellas.
En el encuentro, celebrado en una sala de conferencias de la laberíntica Cámara de Diputados de la capital, dejó claro que la decisión inicial de la agrupación debía ser revocada, según un legislador que estuvo presente. “Cuando entramos, Grillo estaba fingiendo que hablaba con alguien por teléfono; era una especie de acto cómico”, dijo la fuente, que declinó ser nombrada porque la reunión era privada.
Algunos políticos y votantes del 5 Estrellas están profundamente descontentos con la línea impuesta por Grillo. En el primer voto de confianza de Draghi en el Parlamento, el miércoles, 23 de los 92 senadores del movimiento desafiaron la línea del partido y se negaron a respaldarle. El dirigente provisional de la formación, Vito Crimi, dijo que la mayoría de ellos serían expulsados.
Ola populista
El futuro de 5 Estrellas -ya salga de su crisis aún más debilitado o transformado en un partido progresista mayoritario- podría marcar el fin de la ola populista que barrió Italia en las últimas elecciones y que alarmó a los mercados financieros y a sus socios europeos.
La agrupación La Liga, de Matteo Salvini, ya ha abandonado el campo de la extrema derecha para apoyar a Draghi. En cierto modo, el 5 Estrellas ha seguido una trayectoria similar a la de otros partidos populistas del sur de Europa, como Syriza en Grecia y Podemos en España. Los tres alcanzaron el poder, pero han sido absorbidos por el sistema político establecido, contra el que juraron luchar, y han visto cómo pierden apoyos en las encuestas. “No sé cómo deberían llamarnos ahora. Tal vez el partido anti-antisistema...”, dijo a Reuters el diputado de 5 Estrellas, Raphael Raduzzi. “Tenemos que preguntarnos en qué queremos convertirnos”, agregó.
Grillo dejó de participar en el día a día de los asuntos de la agrupación hace unos cinco años, pero cuando hay que tomar decisiones cruciales sigue siendo el que manda.
Poco antes de su reunión con sus colegas de partido, escribió una publicación en su blog en la que pedía que el nuevo Gobierno nombrara un ministro de transición ecológica con plena responsabilidad sobre la política energética. Grillo ya había hablado con Draghi y recibió la garantía de que se crearía este ministerio a cambio del respaldo de su grupo, según dijo a Reuters una fuente cercana al fundador del movimiento. Grillo, que se comunica con el público principalmente a través de su blog, declinó hacer comentarios para este artículo. La portavoz de Draghi confirmó que Grillo y Draghi hablaron sobre la formación del Gobierno. “Estuvieron de acuerdo sobre la importancia de crear un Gobierno con un fuerte énfasis en la transición ecológica", dijo.
La ecología siempre ha sido una parte central de la plataforma del 5 Estrellas. Es una de las cinco “estrellas” políticas de las que toma su nombre. El transporte sostenible es otra. Italia, a diferencia de Alemania y Francia, nunca ha tenido un partido verde de éxito, y Grillo se fija en ese hueco con la esperanza de salvar a su partido de la extinción gradual.
Grandes sumas de dinero
Se trata de un tema que mueve grandes sumas de dinero y grandes ideales. La Comisión Europea ha ordenado que las políticas de lucha contra el cambio climático representen el 37%, el mayor componente individual, de su Fondo de Recuperación creado para ayudar a las maltrechas economías del bloque. En el caso de Italia, eso significa 70.000 millones de euros (85.000 millones de dólares) para gastar en la transición ecológica durante los próximos seis años.
“Ahora el medio ambiente. Lo que haga falta”, tuiteó Grillo esta semana bajo un díptico multicolor de Draghi al estilo de Andy Warhol, en referencia a la famosa promesa del exjefe del BCE de 2012 de hacer “lo que haga falta” para salvar el euro.
El 5 Estrellas es la mayor fuerza en el Parlamento gracias a su triunfo en las elecciones de 2018, cuando obtuvo el 33% de los votos, el doble que su rival más cercano. Ahora tiene menos del 15%, lo que le convierte en el cuarto partido de Italia, y necesita desesperadamente una nueva identidad. Tiene cuatro ministros en el recién formado Gabinete de Draghi, pero para muchos miembros, apoyar al Gobierno de un expresidente del BCE es inaceptable. Hacerlo en una coalición con enemigos declarados empeora las cosas.
Corrupción y amiguismo
Fundado en 2009 como plataforma de protesta contra la supuesta tendencia a la corrupción y el amiguismo en la elite política y empresarial de Italia, el partido 5 Estrellas abogó por la democracia directa basada en internet y se comprometió a no formar nunca alianzas con los partidos tradicionales.
En los últimos tres años ha gobernado en dos coaliciones, con la derecha y el centro-izquierda, y ahora se dispone a gobernar con ambos a la vez.
"Para mí es un paso demasiado grande", dijo Raduzzi, diputado de la Cámara Baja que se opuso a unirse al Gobierno de tecnócratas y políticos profesionales. (Por Gavin Jones, de Reuters)